El dinero en efectivo es incluyente
1. No todo el mundo tiene una cuenta bancaria ni puede usar tarjetas o teléfonos móviles. El dinero en efectivo no discrimina a nadie.
La exclusión social es uno de los riesgos más evidentes en caso de que el dinero en efectivo desapareciese. Por ejemplo, alrededor de 40 millones de personas en Europa y 12millones en EE. UU. están fuera del sistema bancario. No pueden utilizar formas de pago digitales. También hay otros muchos grupos sociales para los que el dinero en efectivo es una forma de pago fundamental. ¿Debemos dejar a estas personas atrás? Obviamente, creemos que no.
El dinero en efectivo es bienvenido
2. Más del 70 % de todos los pagos de Europa se hacen en efectivo. Pagos sencillos, baratos y seguros que no excluyen a nadie.
El dinero en efectivo es una forma de pago legítima y fiable y usarlo no supone ningún coste adicional. Y, al contrario de lo que se podría pensar, el dinero en efectivo está aumentando en la sociedad, medido como efectivo en circulación a escala mundial.
El dinero en efectivo es sinónimo de integridad
3. El dinero en efectivo es sinónimo de integridad.
El efectivo impide que las empresas privadas y los gobiernos controlen cada compra legítima que realizamos. ¿Estamos listos para que nos vinculen con cada transacción que hacemos? ¿Quién administrará y protegerá esta información? Muchos están en contra de poner esta identidad digital por completo en manos de los gobiernos.
El dinero en efectivo es sinónimo de resiliencia
4. El dinero en efectivo es un método de pago fiable y una solución de pago de confianza en tiempos de crisis.
Vivimos en tiempos de crisis y los bancos centrales de todo el mundo están ansiosos por garantizar que la disponibilidad de efectivo sea alta. ¿Por qué? Porque necesitamos redundancia en nuestro sistema de pago y el dinero en efectivo es la forma perfecta de mantener a las sociedades en funcionamiento en tiempos de crisis.