En Argentina, el efectivo es clave en momentos de crisis. Conocé cómo Loomis asegura su disponibilidad y protege la continuidad operativa de empresas y personas.
La resiliencia financiera en Argentina es más que la capacidad de adaptarse a situaciones adversas: es una práctica cotidiana para individuos, empresas y organismos que operan en un entorno marcado por la volatilidad económica, la inflación, la inestabilidad cambiaria y la recurrencia de crisis económicas argentinas.
En este escenario, el efectivo en Argentina sigue siendo un pilar fundamental. Mientras los medios digitales requieren conectividad, energía y estabilidad bancaria, el dinero físico permite continuidad operativa aun cuando los sistemas tecnológicos fallan. En cortes de red, apagones o contingencias sociales, el efectivo garantiza acceso real a bienes y servicios esenciales.
Para miles de empresas y comercios, este acceso inmediato es sinónimo de autonomía financiera, un factor clave en un país donde la incertidumbre puede afectar de un día para otro.
El apagón general del 2019 y diversos cortes regionales demostraron la importancia del efectivo ante fallas tecnológicas. Sin energía eléctrica, no funcionan los POS, las billeteras virtuales ni los cajeros automáticos. En esos momentos, el dinero físico permitió mantener la economía de cercanía en funcionamiento.
En escenarios de inflación acelerada o restricciones bancarias, muchos consumidores y empresas optan por operar en efectivo para evitar límites operativos y asegurar liquidez inmediata. Este comportamiento evidencia la resiliencia del efectivo frente a la fragilidad de otros medios de pago.
Inundaciones en provincias del litoral, incendios forestales o manifestaciones que afectan los sistemas digitales dejan a comunidades sin conectividad. El efectivo en emergencias se convierte en la herramienta que sostiene compras básicas, pagos de servicios o abastecimiento.
Los pagos electrónicos son prácticos, pero dependen de tres factores críticos:
- Estabilidad bancaria
- Conectividad
- Energía eléctrica
Cuando alguno de ellos falla, las billeteras virtuales, transferencias y pagos QR quedan inutilizables.
En cambio, el efectivo garantiza continuidad de pagos sin depender de plataformas digitales. Por eso sigue siendo clave en la continuidad de negocios en Argentina, especialmente en momentos críticos.
La continuidad del efectivo depende de una infraestructura profesionalizada. Loomis cumple un rol estratégico en la gestión del efectivo en Argentina, asegurando que bancos y comercios sigan operando incluso cuando el contexto es adverso.
Los centros regionales permiten procesamiento y validación del efectivo con rapidez, mejorando la disponibilidad en zonas urbanas y localidades alejadas.
La flota de transporte blindado de Loomis opera bajo estrictos estándares, garantizando seguridad del efectivo en contextos críticos y abastecimiento constante para comercios y entidades financieras.
Las cajas fuertes inteligentes para retail reducen la exposición al riesgo, aceleran cierres de caja y aumentan la eficiencia operativa de supermercados, farmacias, estaciones de servicio y tiendas de cercanía.
En escenarios de alta demanda, trabajar con un partner especializado asegura la disponibilidad de efectivo en cajeros incluso en crisis.
Loomis colabora con bancos y autoridades en planes destinados a garantizar el acceso al efectivo durante apagones, caídas sistémicas o situaciones de emergencia.
En la práctica, el efectivo funciona como un sistema de respaldo nacional que sostiene la economía cuando las herramientas digitales no pueden hacerlo. Para empresas, comercios y usuarios, representa:
- Autonomía
- Operatividad inmediata
- Resiliencia
- Previsibilidad
Loomis potencia esa resiliencia asegurando que el flujo de efectivo nunca se interrumpa.
En Loomis trabajamos para que en Argentina el efectivo siga siendo un pilar de resiliencia y continuidad.
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